Ahorro energético
El protocolo de Kyoto obliga a todos los países firmantes a reducir sus emisiones de CO2 a la atmósfera, y esto pasa irremediablemente por la reducción del consumo de energía. Una forma simple de ahorro energético es la colocación de protecciones solares interiores o exteriores. A efectos energéticos tiene mayor grado de eficacia la protección solar exterior que la interior para los excesos de radiación solar.
La protección solar no sólo resulta un gran ahorro energético, sino, que asegura la calidad de vida de los ocupantes de las viviendas proporcionando una temperatura y claridad adecuada para el estilo de vida actual.
Se calcula que el 40% del coste energético de un país se consume en climatizar los edificios, tanto en verano como en invierno. Esto significa que cerca de la mitad de las emisiones de CO2 a la atmósfera son producidas por las demandas climáticas de los edificios.
La arquitectura se está enfocando hacia edificios verdes, con ventilación y luz natural, o al menos a edificios en los cuales el consumo de calefacción y aire acondicionado se ha reducido considerablemente. Para lograr esto se están imponiendo las protecciones solares interiores, las fachadas ventiladas, los sistemas de aprovechamiento de luz solar o las protecciones solares exteriores.